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El vuelo de Larriva no estaba planificado


La depresión deterioró la salud de Federico Gortaire y falleció un año y medio después del deceso de su hijo, el teniente coronel Marco Gortaire. El oficial murió la noche del 24 de enero del 2007, junto con cuatro militares; la entonces ministra de Defensa, Guadalupe Larriva; y su hija Claudia.
Jhoconda Padovani es madre del coronel y dice que “a él le ordenaron que acompañara” a la Ministra. “No es cómo dicen que él pidió irse. Dónde se ha visto que un teniente coronel pida y los generales digan sí”, sostiene.

Por ello, familiares y defensa de las víctimas insisten en que los comandantes también son culpables del percance ocurrido en el aeropuerto Eloy Alfaro de Manta.
De hecho, el accidente se produjo cuando los militares y Larriva llegaban a la pista aérea luego de realizar un vuelo tipo militar con visores nocturnos.
No obstante, ayer este Diario accedió al informe que en mayo del 2007 difundió la Junta especial de investigación del accidente aéreo y allí se asegura que “nunca se consideró el traslado de las autoridades y menos su participación en un ejercicio de tiro nocturno con equipos de visión”.
En ese documento, de 22 páginas, también se indica que “luego de haber revisado los hechos , las evidencias, verificaciones y resultados de los análisis (...) se determinó que el factor humano fue la causa del accidente aéreo”.
Precisamente, con base en este informe, el martes la Fiscalía no acusó a 11 militares que inicialmente fueron inculpados por homicidio inintencional. “Los pilotos eran los únicos culpables del manejo y de pilotar las naves”, señaló el fiscal general subrogante, César Morales.
Padovani lloró al escuchar el fallo. “El dictamen es una tontera”, sostuvo. La mujer insiste en que el oficial solo recibióórdenes.
De allí que en el informe de la Junta se dice que la tripulación de vuelo realizaba por primera vez una operación nocturna con equipos de visión en el aeropuerto Eloy Alfaro y que no estaba entrenada. A eso se suma -según el informe- que el Primer escuadrón del grupo de aviación del Ejército número 43 Portoviejo (GAE-1/43) no cuenta con un sistema de mando táctico con comunicaciones para cumplir con estas labores militares.
Se asegura que “las tripulaciones fueron sometidas a un alto esfuerzo operacional en los últimos dos días previo al evento”.
¿Qué ocurría esa noche en el aeropuerto de Manta? En el documento se indica que momentos previos al accidente, el controlador de tránsito realizaba comunicaciones simultáneas al pelotón de Ejército y un avión en pista.
“El pelotón probablemente desvió su atención en el vuelo de formación tratando de visualizar el tráfico Ícaro”, se relata en el documento de la Junta especial.
Incluso se habla de un “alto nivel de luz ambiental”.
En el capítulo de Observaciones adicionales se profundiza en el caso Larriva y se revela que “en el documento denominado Manejo de Riesgos en ninguna de las actividades planificadas se considera la inclusión de personal ajeno a las tripulaciones de las naves que participaron en la demostración de tiro”.
Luego se indica que “no se cumplió la planificación y se improvisó al incluir como pasajeros a la señora Ministra de Defensa, Guadalupe Larriva, su hija y al teniente coronel Marco Gortaire en los helicópteros”.
La madre de este último oficial recuerda que su hijo incluso no tenía la licencia de piloto y que este lo canceló por una lesión en la columna. Por eso -dice- no podía siquiera subirse como pasajero.
En la investigación de la Junta se halló que “tampoco se consideró la participación activa de autoridades militares y personas civiles embarcadas en las naves empleadas durante la demostración planificada ni en el vuelo posterior a Manta”. Y que la ruta a volar era Portoviejo-Montecristi-Portoviejo. “En ninguna parte del documento se prevé el vuelo con destino a Manta”, se revela en la indagación.
De allí que se dice que “el entonces comandante de la 15-BAE Paquisha no respetó la planificación e improvisó la participación de la Ministra y su hija en el ejercicio nocturno y en el traslado aéreo desde el polígono de Montecristi hasta el aeropuerto Eloy Alfaro.
Alba Encalada, abuela de Priscila, se preguntó si existen derechos humanos para niños ¿Quién castiga a los culpables que permitieron a una menor de edad irse en un helicóptero militar?”.
El martes, los abogados de los inculpados defendieron a sus clientes y aceptaron el fallo del fiscal, pero también pidieron un sobreseimiento definitivo.
Ramiro Román, abogado de un alto oficial, incluso dijo que el día de los hechos su defendido estaba en Quito. “Él hizo la planificación y se estableció que las personas debía ir desde Portoviejo hacia Manta en autobuses”.
Este Diario también accedió a otro informe en donde se indica que los militares preparaban la entrega a Larriva de un ala insignia bañada en oro. Debía entregarse el 12 de enero en la ceremonia de lanzamiento de las fiestas de la Aviación Civil, es decir, tres días antes de que se posesione.
Según el documento, firmado por un alto oficial, se dice que al no se entregada la insignia permaneció en el GAE-45 hasta el día en que ocurrió el percance.
Por eso, familiares de las víctimas dicen que los jefes sabían de los movimientos de ese día.
Ayer, la defensa de Larriva insistió en que presentarán pruebas para que el caso se reabra.

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