Entre una humareda de color negro que salía de neumáticos quemados, los gendarmes pedían a la cúpula policial el respaldo para rechazar el pronunciamiento de los asambleístas.
La jornada que mantuvo en jaque al Gobierno empezó con la toma del Regimiento Quito No. 1, donde acudió el presidente Rafael Correa para interpelar a los insubordinados.
Discurso y altercados
El discurso que dio Correa no dejó satisfechos a los policías sublevados, que gritaban: “por nosotros está en el poder Correa” y arengaban: “vamos a la guerra civil”.
Ante esto, Correa se exaltó, intentó arrancarse la corbata y sentenció: “Señores, si quieren matar al Presidente, aquí está: mátenme. Sí, si les da la gana, mátenme si tienen valor, en vez de estar en la muchedumbre, cobardemente escondidos”.
Además, en un claro cuestionamiento a los uniformados, el Jefe de Estado dijo: “si quieren tomarse los cuarteles, si quieren dejar a la ciudadanía indefensa, si quieren traicionar su misión de policías, su juramento, traiciónenlo, pero este Presidente y este Gobierno seguirán haciendo lo que tienen que hacer”.
Luego de decir esto, el Primer Mandatario, quien recientemente se operó de una rodilla, intentó retirarse pero se lo impidieron. Hubo forcejeos, intercambios de golpes entre miembros de la escolta presidencial y fuerza pública, incluso uno de los uniformados hizo explotar una bomba lacrimógena cerca del rostro del Presidente, quien fue a parar al Hospital de la Policía Nacional, en donde permaneció recluido todo el día.
Estado de excepción
Luego de lo ocurrido con el Presidente, se declaró el estado de excepción , que permitió la movilización de las FF.AA a nivel nacional para restaurar el orden. En ese contexto, el ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Miguel Carvajal, denunció que se está fraguando un proceso de desestabilización del Gobierno nacional y la democracia en Ecuador”.
Carvajal, además, confirmó que la sublevación de uniformados ha causado un muerto y algunos heridos.
El vicepresidente Lenín Moreno, quien retornó al país luego de participar en la Asamblea General de la ONU, reiteró en Guayaquil su lealtad a su compañero de fórmula y añadió que no está dispuesto a asumir el mandato, en caso de una salida eventual del jefe de Estado.
“El Ecuador ha elegido a un presidente de la República y a mí me eligió como su Vicepresidente y así debemos mantenernos”, expresó Moreno, quien calificó de cobardía la agresión al Primer Mandatario.
El jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., Ernesto González, llamó a la Policía y a los militares de tropa que encabezan las protestas contra el Gobierno a que depongan su actitud y se preserve el estado de derecho.
Petroleros apoyaron protesta
° En las afueras del edificio principal de Petroecuador (en la calle Alpallana-Quito), varios ex empleados se reunieron en demostración de apoyo al paro de los Policías.
Según Jhon Plaza, secretario general del Comité de Empresa de Petroecuador, se suman a las manifestaciones porque “éste es un Gobierno que ha atentado contra los derechos de los trabajadores”.
Batalla campal
Desde un balcón del Palacio de Gobierno, el canciller Ricardo Patiño llamó a la población a dirigirse al Hospital de la Policía para “rescatar” al presidente Rafael Correa.
El llamado lo hizo ante cientos de personas que se dieron cita frente al Palacio de Carondelet, sede de la Presidencia, para apoyar al Gobierno.
Los simpatizantes del movimiento Alianza PAIS se trasladaron luego a la avenida Mariana de Jesús, al norte de Quito, donde fueron recibidos con bombas lacrimógenas y piedras de parte de la Policía. Al menos cuatro policías resultaron heridos ayer durante las protestas.
Dato
El presidente Rafael Correa se reunió ayer con una delegación de los policías sublevados.
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